¿CAMBIO O REPARO LA LUNA DE MI COCHE?
Las lunas o cristales del coche, son uno de esos elementos que, por regla general, solemos pasar por alto hasta que no ocurre un percance mayor: se rompen, se rayan o se pica impidiendo una correcta visibilidad de la carretera.
No somos conscientes, pero es muy fácil estropear las lunas. Simplemente con el roce del parabrisas, al limpiarlas personalmente o con pequeños impactos de piedras que se proyectan contra el cristal al conducir en carretera se pueden crear pequeñas fisuras que acarreen problemas mayores.
Lo recomendable es revisar estos elementos de manera constante para evitar llegar a un cambio total de la luna. Desde Artal Automoción recomendamos encontrar el problema a tiempo para repararlo y no realizar la sustitución.
Aconsejamos la reparación no solo por motivos medioambientales, ya que evitamos la creación de un cristal desde sus inicios, o reducción de costes (La diferencia media de ahorro en la factura entre una reparación y una sustitución es nada más y nada menos que un 80%) si no porque el sellado que se hace, por norma generales, en la cadena de montaje es de mejor calidad que el que se puede hacer con posterioridad en un taller de lunas.

ASPECTOS A TENER EN CUENTA ANTES DE HACER UN CAMBIO EN LA LUNA
- ¿Qué tipo de desperfecto tiene nuestro cristal?
- Parabrisas rayado: la mayoría de las veces se debe a un mal mantenimiento de las escobillas limpiaparabrisas que con el roce constante en el cristal, producen pequeñas rayas que pueden reducir nuestra visión.
- Parabrisas esmerilado: se trata de pequeños poros en la superficie del cristal provocados por circular por zonas con polvo y arena.
- Bull-eye u ojo de buey: son roturas con forma de uña rota en el cristal.
- Rajas en el parabrisas: Por lo general, estas rajas suelen extenderse y provocar una rotura total del cristal.
- Despegado del laminado: a veces, en los bordes del parabrisas hay zonas que parecen estar empañadas, pero que, por más que las limpiemos, no desaparecen. Lo que está pasando es que se está despegando el laminado del parabrisas. Aunque nos parezca un único cristal, en realidad la luna del coche está formada por dos vidrios que se adhieren cada uno a una cara de una lámina de material plástico.
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Parabrisas delantero ¿Es una pequeña fisura o un impacto de importancia?
Podemos considerar una fisura de pequeño tamaño a aquellas que no superan los 15mm, o si se ha producido un impacto, no debería ser mayor al tamaño de una moneda de dos céntimos. Si la fisura cuenta con estas dimensiones o menos, es posible repararlo sin ningún problema y dejar la luna como recién salida de fábrica.
Será recomendable el cambio completo de la pieza si la fisura supera estas dimensiones, si existen varios impactos en la misma pieza o si hay fisura o rotura a menos de seis centímetros de los bordes.

¿Con qué desperfecto pasaríamos la Itv?
En el caso de rayaduras o porosidades marcadas (normalmente causadas por un mal mantenimiento de los limpiaparabrisas), a menos que dificulten la visión no son causa de rechazo en la inspección técnica. Lo mismo ocurre con los denominados como “bull-eye” u “ojos de buey” o las marcas con forma de media luna o “uña rota”, a menos que se encuentren en el campo directo de visualización del conductor.
Sí nos supone una ITV negativa un cristal rajado o roturas en forma de estrella, sea del tamaño que sea y se encuentre o no en el campo de visión. La causa del rechazo es que estas rajas tienden a expandirse y acabarán por romper todo el cristal.
Existe un quinto caso que en principio no supone no pasar la ITV, pero cuya expansión acabará por obligarnos a cambiar toda la luna. Es el caso del despegado del laminado.